lunes, 7 de febrero de 2011

El período de las regencias (1833 - 1843)

Regencia de María Cristina (1833-1843).
Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias
Es una etapa clave, Isabel II tiene tan sólo tres años cuando muere su padre, Fernando VII, ante esta situación su madre, María Cristina, se hace cargo del gobierno en nombre de su hija.
El país pasa por una época especialmente turbulenta ya que los partidarios de que reine el hermano de Fernando VII (carlistas) se alzan en armas contra los partidarios de Isabel II, a la que no reconocen sus derechos al trono, es el inicio de las Guerras Carlistas. María Cristina si quiere conservar el trono de su hija no tiene más remedio que pactar con los liberales, de esta manera se va a imponer el régimen liberal en España. En esta etapa el primer ministro Cea Bermúdez encarga una nueva división provincial a Javier de Burgos, es la división actual, con pocas modificaciones como la división de Canarias en dos provincias durante la dictadura de Primo de Rivera.

Para el funcionamiento del régimen liberal hace falta una constitución, así la reina encarga a Martínez de la Rosa lo que se llamó el Estatuto Real de 1834, no era una constitución en sí misma sino una carta otorgada, es decir, una serie de leyes que la soberana otorgaba al pueblo porque ella quería, ni que decir tiene que estamos muy alejados de los planteamientos progresistas de la Constitución de 1812 y que este Estatuto tenía los días contados. Un grupo de sargentos da un golpe de Estado en La Granja y piden a la regente que acepte la constitución de 1812, al redactarla de nuevo y adaptarla a los nuevos tiempos dio lugar a una constitución totalmente diferente, la de 1837, una constitución progresista que consagraba la libertad de imprenta, el fin del diezmo eclesiástico, la desamortización de las tierras de la Iglesia... sus reformas fueron tan radicales que en el mismo año los liberales moderados se hicieron de nuevo con el poder.

Un tratamiento aparte hay que hacer de la Primera Guerra Carlista (1833-1839) que ensangrentó al país. Los carlistas (partidarios de Carlos Mª Isidro y del absolutismo) tendrán sus principales apoyos en Navarra, País Vasco, zona norte de Castellón (El Maestrazgo), algunas zonas de Cataluña y otras de Aragón, contarán con Zumalacárregui como principal estratega en una primera fase (hasta el 1835), en una segunda los carlistas fracasaron en una expedición a Madrid, esta fase acaba en el 1837 ; el cansancio de los carlistas y la superioridad militar de los isabelinos o liberales llevaron a firmar la paz entre ambos en el famoso Convenio de Vergara en 1839 entre el general carlista Maroto y el general liberal Espartero, concluía así la tercera y última fase de la guerra, guerra que volvería a encenderse en dos ocasiones más a lo largo del siglo.

La regencia de Espartero (1840-1843).

Espartero

Espartero, con un gran prestigio militar tras conseguir el final de la guerra, aglutina a las fuerzas progresistas y se alza con el poder consiguiendo arrebatar la regencia a la reina madre. Espartero, partidario del librecambismo se opone a los industriales catalanes partidarios del proteccionismo y acabará bombardeando Barcelona. Un amplio movimiento militar dirigido por el general Narváez acabó con el poder de Espartero en 1843, se exiliará a Inglaterra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario