viernes, 28 de enero de 2011

El reinado de Fernando VII 1814-1833

La restauración absolutista 1814 - 1820
Fernando VII retratado por Goya
Fernando VII entró en España con un gran apoyo popular y con ello puso su autoridad ante todo el pueblo. Disolvió cortes, suspendió la Constitución de Cádiz y los decretos liberales e inició una época de represión política, intentando volver al Antiguo Régimen.
Este régimen no ayudó al país económicamente a regenerarse, además, los intentos reformistas fracasaron.
Esta inestabilidad originó pronunciamientos por militares de ideología liberal.
El trienio liberal 1820 - 1823
En 1820, el comandante Rafael del Riego y el coronel Antonio Quiroga proclamaron la Constitución de 1812 en Cabezas de San Juan (Sevilla), así, Fernando VII no tuvo más remedio que jurar la Constitución y a convocar las cortes.
Se recupero parte de la legislación liberal, pero también fue un fracaso por:
La minoría liberal, formada por militares y burguesía urbana, no tenían apoyo popular. Además, entre los liberales se dividieron entre moderados y progresistas.
El funcionamiento del sistema era complejo.
La oposición absolutista fue constante, desde la nobleza como del clero.
La oposición de los campesinos, ya que se vieron muy afectados por la desamortización.
Pero lo que realmente llevó a fin el trienio liberal fue la intervención militar extranjera, concretamente un ejercito francés.
La década ominosa 1823 - 1833
Por la terrible represión contra los liberales, esta década se llamo ominosa por lo despreciable que llegó a ser.
Pero por otra parte, el rey tuvo que hacer reformas administrativas, con la intención de recuperar el espíritu del despotismo ilustrado.
Este comportamiento absolutista moderado le llevó a ganarse la oposición de los liberales tanto moderados como no.
En 1830, la hija de Fernando VII, Isabel, cambió la situación de la monarquía española. El rey aprobó una ley, la Pragmática Sanción, donde se anulaba la Ley Sálica. Esto provocó un conflicto dinástico de graves consecuencias para el país.
La fuerte oposición de los absolutistas que apoyaban a Carlos Maria Isidro (llamados carlistas), hizo que Fernando VII se apoyara mas en los liberales moderados para asegurar el trono a su hija. Así, hubo grandes enfrentamientos entre carlistas e isabelinos, hasta que en 1833, a la muerte del rey Fernando VII se produjo la primera Guerra Carlista, donde el sistema absolutista tuvo su final definitivo.

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