Cuando las fuerzas son ejercidas por o sobre fluidos, sus efectos se describen mejor a partir de una magnitud física que denominamos presión.
La presión que ejerce un cuerpo sobre la superficie en la que se apoya depende de la fuerza que actúa sobre la superficie de la propia superficie.
La presión es directamente proporcional al peso o la fuerza ejercida e inversamente proporcional al tamaño de la superficie sobre la que se a aplica. Es decir:
p = F/S
La fuerza y el peso en el Sistema Internacional se miden en newtons y la superficie en m². Por tanto: [p] = N/m². A esa relación, que es la unidad de presión en el SI, la denominamos pascal (Pa).
La presión atmoférica es debida al peso que ejerce el aire sobre la corteza terrestre y los cuerpos situados en ella. Esta presión va disminuyendo con la altura.
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